martes, mayo 2

Nacionalidad

Emulando a Irarrázabal puedo decir que, según la RAE, nacionalidad es:
1.
f. Condición y carácter peculiar de los pueblos y habitantes de una nación.
2. f. Estado propio de la persona nacida o naturalizada en una nación.
3. f. Esp. Comunidad autónoma a la que, en su Estatuto, se le reconoce una especial identidad histórica y cultural.
4. f. Esp. Denominación oficial de algunas comunidades autónomas españolas.
Y a partir de esta lectura, puedo decir que "nacionalidad" en todo el sentido de la palabra no tengo o, mejor dicho, sí tengo pero está digamos... repartida. No es que tenga múltiples nacionalidades, sino que la sustentación social de mi nacionalidad no es muy firme.
Hace 26 años, seis meses y seis días nací en Río de Janeiro y desde hace 26 años vivo aquí en Venezuela con mi familia. Por lo tanto, mi nacionalidad es, de hecho, brasileña... Pero, he vivido toda mi vida en Venezuela por lo que hablo mejor el español que el portugués.
Mi papá, el de aquél post, nunca terminó de asumir que vivía en Venezuela, por lo que hablaba portuñol y siempre que podía sacaba a relucir sus raíces, me inculcó la cultura brasileña, por lo que en mi casa se celebraban el día de Sao Joao y hasta el día de Tiradentes...
Joaquim José da Silva Xavier,
Morreu a 21 de abril,
Pela independência do Brasil
Foi traído e nao traiu jamais
A inconfidência de Minas Gerais...
...y ni por asomo sé nada de la Virgen del Valle, de la Candelaria o la Chiquinquirá. De hecho, actualmente no me sé sus historias, apenas me sé la de la Coromoto y eso porque el padre brasileño, amigo de mi papá (ni modo), de la parroquia me invitó a ser la indiecita en una procesión cuando yo tenía como 5 años... por allá en la Edad del Hierro de mi pensamiento. Entonces, mi infancia se desarrolló entre mi casa, que era la versión brasileña de My Big Fat Greek Wedding y el colegio de monjitas salesianas donde estudié... que, por supuesto, filtraba parte de la cultura que sí influía en mis queridas compañeritas. Por lo tanto, nunca fui fan de Menudo, ni me sé ninguna canción de Zapato 3, Sentimiento Muerto, Aditus e, inclusive, para el horror de F., nada de Soda estéreo... Nunca vi las novelas venezolanas de las que todo el mundo habla, ni a Popi... Apenas las series que, creo, eran comunes al resto de Latinoamérica, como el Chavo, el Topo Giggio, las comiquitas y las series norteamericanas tipo "¿Quién manda a quién?"
En casa se comía comida brasileña y no había un domingo libre de feijoada, con farofa y arroz o un pescado con coco y pirao (se dice piraaaaon, con un énfasis en esas aaaa). Las arepas eran algo raro, eran "comida de fiesta", cosa que aún viviendo aquí, sigue siendo igual para mí, comerme una arepa es una pequeña fiesta en casa. Mi pobre F. en su primera Navidad en mi casa, casi le dio un soponcio, pues descubrió que en la Cena de Navidad no había hallacas... Los postres eran canjica (kanyika), que es una especie de budín de maíz verde, dulce de coco (como el de las conservas, pero líquido), dulce de aguacate (se imaginarán a mis amigas del cole viéndolo y pensando que éramos los coneheads o algo por el estilo) y el horroroso dulce de banana, que sólo a mi papá le gustaba. La música, pues brasileña desde que se prendía hasta que se apagaba el equipo, para sufrimiento de los "no tan fanes" miembros de la familia, o sea, todos menos papá. Claro, hoy en día me gusta mucho esa música aunque no es lo único que escucho.
Como leen, es como si hubiese vivido en un mundo paralelo, para rematar, mi madre es colombiana. Por lo que nunca ha faltado en mi casa la súper crema Topsim (que sirve para todo, como el limpiavidrios de la peli) y un paquete de "Chocolate CORONA: el mejor chocolate del mundo", sonsonete que hasta mi F. repite por costumbre riéndose y haciéndome reír, siempre lo compramos como si estuviésemos comprando oro... aunque, en el fondo, F. jamás cocinará nada "en serio" con un chocolate, que no sea "El rey" ;-) Me casé con él, pero eso no significa que lo "desvenezolanicé".
La nacionalidad de mi mamá, su forma de hablar y de ser, sí me trajo tragos amargos y no precisamente de chocolate... descubrí el odio, las burlas y las críticas desde muy pequeña a cuenta de eso y, lo que es verdaderamente triste, es que no entendía por qué, por lo menos no más que quienes se mofaban de mí y de mi mamá. Dolor muy grande que siento todavía, de pensar que alguna vez me sentí avergonzada de tener la madre que tengo, hasta que supe que la xenofobia que no es más que ignorancia. Para mi consuelo, mi madre, que viene de una gran familia, tenía aquí a tres de sus hermanos que estaban a no más de 8 kilómetros de nuestra casa, así que, aunque nunca pude decir: "Es que nos fuimos en Semana Santa a casa de mi tía en Carúpano" o "Las vacaciones me fui para Mérida a pasarla en casa de mi abuelita"... sí pude convivir con mis primos que son como mis hermanos y con quienes siempre he tenido una relación muy especial, tan especial que ya les dedicaré un post. A ellos les pasaba lo mismo que a mí, así que por ahí siempre pude tener una válvula de escape a mis rollos existenciales y no sentirme tan fuera de lugar.
Todo esto, claro, no fue nada premeditado por mis padres... creo que nunca hubiesen querido aislarme así a propósito, simplemente se dio de esta manera.
Volviendo a mi pensamiento inicial, pues en Brasil me tratan como a una extrajera y aquí tengo que renovar cada tantos años mi visa de residencia. En Colombia, pues soy venezolana y al final, me siento más venezolana que nada y adoro este país por todo lo que me ha dado, sobre todo a mi F., aunque es otra cosa lo que dice mi identificación.
En fin, ¿qué soy? ¿qué somos? ¿quién soy? ¿quiénes somos? ¿por qué estamos aquí? ¿a dónde vamos? ¿de dónde venimos?... preguntas siempre habrá.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciudadanos del Mundo...niña margarita, ni más ni menos.
Viva el mestizaje y la diversidad.
Firma: Bisnieta de Franceses y Españoles. Un beso

Protheus dijo...

Yo ya ni sé de dónde viene mi mezcla, ni me preocupa, a menos que tuviese algunas tierras o algún ducado sin reclamar, jajaja.

Yo, no siento nacionalismo alguno. Desde niño sé que Da Vinci, Verne, Don Bosco, Vargas, Razzetti, Jesucristo, Luther King, son mis compatriotas. Sí, toda esa gente que puedo admirar y hacer que me hagan sentir orgulloso de la raza humana.
Disfruta tu iversidad, sobre y bajo la piel.

Câline dijo...

Cabina y Prot: No me quejo, al contrario, soy feliz con todas mis peculiaridades y mi dulce de aguacate.
Si parece quejoso mi post, para nada quise hacerlo así... yo celebro mi mezclote!!

Clerigo "V" dijo...

Sabes, a mi me gustó este posteo porque representa una diferencia con todo lo que has escrito antes: es el primer posteo tuyo políticamente incorrecto.

Verás, te daré un ejemplo. Cuando escribes sobre los gatos, generalmente haces referencia a los que no nos gustan , tratando de estar bien con todos aquellos que te leen. Asi, evitas roces con los pro-gatos y los anti-gatos. Todo muy bonito pero ¿donde esta el corazón?, ¿donde esta la pasión de perseguir un ideal y defenderlo con buenas armas?.

Pero ahora te la jugaste por defender la identidad nacional, y me parece genial. Menos mal que no caíste en eso de que las fronteras no existen y todos somos hermanos y pura paz y blablabla...

Bueno, obviamente es importante destacar que las fronteras nos dividen y que somos ciudadanos del mundo y todas esas lindas hueas. Yo comparto todo eso, pero creo que es importante definirse en ciertos aspectos porque nos da una identidad propia que nos hace diferenciarnos del resto. Con esto de la globalización al final todos seremos iguales como comer una hamburguesa en McDonalds en Venezuela o Chile, porque si yo fuera a Venezuela me gustaría probar comida típica de VENEZUELA y no la misma mierda que como acá, así que me gusta que te definas venezolana y ames tu tierra; así mantendrás un orgullo por tus costumbres y aprenderás a cocinarme comida venezolana cuando ande por esos lados.

Como que me emocioné mucho, asi que no doy más la lata. MUERTE AL CAPITALISMO Y QUE VIVA EL COMPAÑERO CHAVEZ, JAJA...

(Que manera de salir tanto lider hueón hoy en día, no?, tú levantas una piedra y salen hueones como umala o evo morales)

Naky Soto Parra dijo...

¡Câline! ¡que cosas tan lindas has escrito!... me refrescas muchísimo un informe que tuve que entregar luego de una extenuante jornada de tres semanas subiendo y bajando de un avión por los EEUU, que me llevaron a recalar en el aeropuerto de Maiquetía como si de el paraíso terrenal se tratase...

Nada pues, que tu historia es uniquísima y sin embargo tan parecida a la de tantos venezolanos, mitad de esto, mitad de aquello, el padre allá y la madre de acuyá ¡somos un sincretismo en movimiento! ¡un mestizaje que no para! Y ahí, creo yo, radica nuestro encanto.

Por eso, cuando me preguntaron cómo describiría la venezolanidad, mi aproximación primera fue prometerles el envío de una hallaca, o invitarles (justamente) a que se comieran una feijoada, o finalmente probaran una bandeja paisa ¿acaso hay mejor forma de hacerle probar a otro lo que es la mezcla hasta el tuétano?

Mi línea final Câline es un aplauso, porque de toooodas las combinatorias posibles, tu biografía reúne lo que es para mí la mejor tríada de esta entelequia llamada América Latina, pues por cualquiera de tus flancos originarios, llevas hasta en el tuétano ¡ritmo mujer!

Cariños,

Anónimo dijo...

Aunque no tuvieras ese pupurri, las preguntas siempre estan presentes.
Eres tu.

Un saludo

rafico dijo...

Cordial saludo

Me es cercana tu crónica, aunque mis raíces son muy colombianas, por parte de padre hay una cruda historia con su origen (que no viene al caso comentar). Pero creo que la frustración que dejas entrever, sin duda sateliza en el prejuicio y la segregación que otros aplican.

A algún escritor le escuche decir, que uno es, de donde pasa su niñez, y si que lo creo, no hay nada que más evoquemos, que aquellas tradiciones que nos acompañaron en aquellos tempranos años.

Por otro lado, creo que parte de nuestra idiosincrasia hace que seamos chovinistas, y en ese sentido, pienso que el confrontar nuestro imaginario con otros disímiles a nosotros, nos permite identificar que son más las cosas que nos unen que las que nos distancian.

Sin querer pasar por lastimero, ser colombiano en el exterior es un estigma, literalmente nos califican o mejor clasifican, como narcos, ladrones o putas (perdona la palabra), mutilándonos nuestra muldimensionalidad, nuevamente, es prejuicio como argumento de socialización.

Para cerrar la idea, juntar la ignorancia, la miseria y el miedo, recrea mecanismos de defensa que excluyen y dilapidan nuestra humanidad.

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Finalmente, eso de ser un hídrico cultural, es una ventaja comparativa, no te excluye, al contrario te hace importante porque sincronizas y articulas muchas culturas.

Sugerente tu post. Hasta pronto.

Irarrazabal dijo...

Amiga Caline,
Imagino que esos días de incertidumbre y burlas quedaron atrás con esto de la globalización.
Creo que el concepto nacionalidad ha perdido fuerza o ha pasado de ser el lugar donde se nace, a ser el lugar donde echamos nuestras raices.
Eres venezolana por donde te miren, con mezcla interesantísima de sangres y colores, matices de dos tierras latinoamericanas hermosas.
Mientras leía recordaba aquella conversación con mucha risa por nuestros respectivos acentos. Es gracioso aún el solo pensar en la palabra 'comiquitas' (knasdhfkaf, perdón).

Se te quiere mucho...

Hombre Lobo dijo...

Buena tu reflexión final. A mí me han dichgo hasta apátrida por decir (citando a nuestro amigo Harrys Salswach) que "la única patria que reconozco son las páginas del libro que leo y los ojos de la mujer que amo".

Câline dijo...

Clérigo: Sólo puedo decir que deberás congraciarte con F., porque si vienes a visitarnos, créeme que será él quien va a cocinar... así que ;-)

Naky: Muy lindo lo que has dicho y, de hecho, bienvenida al jardín (se me había pasado darte la bienvenida).

Dinobat: ¿eres como un dinosaurio murciélago?

Nenya: Ciertamente... yo y un poco más de mí misma... como todos.

Rafico: tus palabras completan mi reflexión y dan un espacio para más de qué pensar.

Eduardo: jajaja... pero no puedo creer que se tomaran tan en serio aquel día, jajajajajaja... pues comiquitas van y vienen siempre. Respecto a la globalización, creo que todavía no ha terminado de suceder.

Lobo: tú me conoces y sabes cómo ha sido todo. Gracias siempre por venir.

Y gracias a todos por pasar.

Unknown dijo...

Que ensalda! Que riqueza cultural :).
Se me ocurre que serás, lo que sientas ser. Que tengas que hacer trámites no te quita tu nacionalidad. Serás como los pacientes crónicos, dependerás de algo para vivir, pero eso no hace que estés menos viva :)

Un abrazo querida amiga :)

Salvatiere dijo...

De "Maria auxiliadora", otro Salesiano entonces tambien. Entretenida lectura, es aparentemente, es refrescante llenarse de las historias de los demas. Saludos y nos leemos entonces.


Agustin.

Catalina dijo...

Las primeras arepas en mi casa, las hice yo...a mi españolita mama (que dice que es Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuy venezolana con un acento enzetaditizimo) le encantan! y calro, cuando voy a España, soy una extranjera total. Yo creo que uno es una mezcla de culturas cada vez mas, sobre todo cuando estas en contacto con diferentes a la tuya, pero que uno es de "donde crecio" principalmente. Me encanto este post!

Marlene dijo...

Quizas a muchos en Venezuela, le este pasando lo que plasmastes en hermosas palabras.... Pero no hay nada de lo cual avergonzarse... Mi mamà llego a Venezuela con 19 años mal cumplidos, mi papa en el año 53 y mi hermano ya cumplio 40 y yo 36, y la pequeña de la casa 26, todos nacidos en Venezuela, y por aquello del destino, nosotros crecimos siendo hijos del musiu... Estudiamos en colegio de sifrinitos, y nunca me senti menos, aunque no podia decir igual que tu fui a MIAMI en las vacaciones...
Pero cuando dije fui solita a Portugal a visitar a mis abuelos, todos se quedaron sentaditos, nadie habia ido nunca a Europa, solo se viajaba a ta barato da me dos...
Eso es la suerte de la ruleta de la vida... hay que ser feliz como somos y ya..
Por cierto bien engorroso lo de renovar la visa, se lo hice a mi mama e inverti como seis o siete viajes a la ONIDEX, para tal fin, como que si todos estamos desocupados... que atraso

Câline dijo...

Pagana: pues es así... aunque también me siento muy brasileña, mi papá se muere si cambio mi nacionalidad, para él es muy importante decir que su hija es brasileña, jejeje.

Agustín y Caty: Bienvenidos!!, colegios salesianos... tengo que hacerle un post a mi colegio!!

Marlene: Bienvenida tú también... pues te cuento que mi malestar no era por no ir a Miami de vacaciones, para nada... Con eso me refería a que mi familia siempre ha sido chiquitica y cercana geográficamente... casi no conozco Venezuela por eso, en parte... si tuviese familia en muchos lados del país, seguro lo conocería más... creo que eso no se entendió bien... saludos!!

Morgana dijo...

Hola guapa!!!, Como echaba de menos tus posts. Este me parece precioso, me ha llegado... como todo lo que escribes. Que quienes somos? Pues creo que cada persona es única e irrepetible y tenemos que encontrarnos y aceptarnos a nosotros mismos. Y en cuanto a ti eres mágica y muy, muy especial.

Un abrazo.

Marlene dijo...

posiblemente quien no escribio bien fui yo, ni modo... para viajar por Venezuela he descubierto no hace falta una familia numerosa viviendo en todos sitios, mi familia es de inmigrantes portugueses, todos viviendo en Barquisimeto, actualmente solo quedamos seis.. Asi que con tu esposo y cachorritos gatunos y perruno, y creo que entendi tienes niñas... inventate un viaje distinto cada vez y veras como conoces bien Venezuela..
Conosco la casa de Mozart en Salsburgo y todavia no he ido a la de Simon Bolivar, con tanto buhonero no provoca..

Anónimo dijo...

Hola, soy France, brasilena, profesora y estoy haciendo una tesis sobre las narrativas de la nacionalidad brasileña y venezolana. Estuve en Caracas y tambien en la frontera Santa Elena y Pacaraima. Soy sociologa y para ,mi trabajo sería buenisimo tener otros relatos como este tuyo..mi correo eletronico es frasanrodrigues@bol.com.br..Si tu quieres escriba-me, me encantaria cambiar experiencias como esta..gracias..France Rodrigues