miércoles, julio 13

Eso de estar embarazada...

Es muy cómico escuchar los miles de consejos que te llueven por todos lados una vez que no hay manera de cómo esconder la panza. Al principio, el F. y yo mantuvimos el secreto por días y más días, teniendo "amenazados" a los pocos familiares y amigos que se fueron enterando. Así llegamos a los 5 meses, con paz y tranquilidad... hasta que hicimos la noticia pública y ¡¡qué bárbaro!!
No voy a decir que resiento de los consejos o que no reconozco las buenas intenciones de la gente que se me acerca a felicitarme o a sacarme conversación respecto a la barriga. Lo que me cansa es la cantidad y lo seguido. Y es que es como duro escucharle cátedra a alguien que no conoces, que nunca has visto, y que de gratis te suelta un rosario de consejos, advertencias y críticas.
Vivir en el pueblito donde vivimos, es toda una prueba para las personas que aprecian la intimidad y la privacidad, porque aquí mis queridos vecinos son más entrépitos que vecina de telenovela.
Pero dejando esto de lado, debo decir que me ha parecido increíble como muchos de los síntomas típicos del embarazo no los he vivido. Ni me quejo ni me alivio, simplemente me sorprendo... Que si los antojos, que si la vomitadera, las manchas en la piel, los pies hinchados, la lloradera... Nada. Creo que nunca había estado más equilibrada en mi vida. Es muy cómico. Una cosa que sí he tenido son unos calambres de futbolista en medio de la noche que me tuercen los deditos de los pies que ni el Cristo de Grünewald. Pero esos también ni son constantes ni son eternos. Otra cosita medio loca es que se me duerme la mitad frontal del muslo derecho... Se lee comiquísimo, pero es así. Generalmente cuando estoy caminando o de pie se me duerme un pedazo del muslo por un rato y luego se me quita. Pareciera como si tuviera la pierna mojada. La doctora me dijo que es un nervio presionado por la panza y que seguramente después de que nazca mi bebé se me quitará.
Así que si estos son mis únicos achaques, de verdad que no me quejo, no me quejo y no me quejo :-) porque me ha tocado bien suave!

miércoles, junio 15

Una flor más...

Increíble... Los días han pasado volando en un tumulto de noticias, decisiones, sueños cumplidos, pesadillas no reales, nuevos proyectos y demás.
Sin más preámbulos: ¡estoy embarazada! La vida nos ha dado una vuelta completa. El día que nos llegaron los pasaportes con las visas de residencia aquí en Canadá, nos enteramos que estábamos embarazados y a estas alturas... ya estoy en la semana 25!!
Al principio nos tuvimos guardado el secreto bien calladito, los nervios de esperar el primer ultrasonido, de que nos dijeran que todo estaba bien, de pasar el primer trimestre y cualquier susto que hubiese podido pasar, se unieron a nuestro propio deseo de guardarnos el secreto, de acostumbrarnos a la idea... de disfrutar de la complicidad de saber algo que nadie se imaginaba. Poco a poco fuimos soltando la noticia y bueno, es que ahora ya no tengo ni cómo disimularlo más. La barriguita está ahí bien linda y tengo una bebecita dándo saltos y pataditas de vez en cuando. ¡Es la sensación más linda que he experimentado en mi vida!
Así que bueno, en esas estamos... Esperando nuestro primer hijo, planeando mudarnos (ooootra vez), el F. estrenándose en su trabajo nuevo, organizando las cositas para la bebé, preparando a la manada para el nuevo integrante de la familia y con muchas expectativas para lo que viene.
Ahora que ya no tengo secretos...
...seguro que escribiré más a menudo :-P

viernes, marzo 18

¡Achú!

Zarina dejó de llamarse Zarina esta semana... la rebautizamos "Achú".
Pobre lindita, se resfrió. "Achis, achú, achuich" era el sonido que se escuchaba en el pasillo de la casa, tanto que hasta Thor se acostó al lado de ella a contarle los estornudos.
Si uno busca por Google "sneezing cat" termina haciendo los preparativos para cremar al gato. Menos mal que mi naturaleza es bastante práctica y luego de los primeros días de observación y preocupación, no salí corriendo al vet a que me sacara una cuenta millonaria, sino que me dediqué a cuidar a la Zari como resfriada. Que al final, era lo que tenía. Baños de sol en la mesa del comedor, siestitas abrigada debajo de la cobija conmigo y dormida junto a una bolsa de agua caliente por la noche. El pechito se le recuperó y se le quitó la alergia. Además, limpiamos la casa de cabo a rabo, abrimos las ventanas en cuanto medio se asomó el Sol, los filtros de aire y todo. No fuera a pasar que Zarina fuera el canario de la mina, y terminaramos todos resfriados.
La Primavera está amenazando al Invierno desde ya (cosa rara por aquí que nieva hasta en junio). Es muy emocionante pensar en que quizás pronto veremos verde, pero a la vez la cantidad de gente resfriada es increíble. Como se empieza a sentir más o menos calor, todo el mundo se quita las chaquetas, suéteres y demás...
peeero... las temperaturas no suben de 5ºC o sea que igual es frío, aunque se sienta cálido. Hay que cuidarse mucho para no caer en la tentación de Zarina que se sentó al pie de la ventana abierta a sentir la brisa y se resfrió.

martes, enero 25

¡Victoriosos!

Igualito a como nos sentimos el día que subimos hasta el tope de Whistler Mountain, con todo y mi asma y mi rodilla problemática.
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El año pasado, dije, fue un año de esperas, de probar el límite de nuestra paciencia... de prenderle velitas al Nazareno y rezar para que todo saliera bien, para que se cumplieran nuestros deseos. El 2011 comenzó y nos preparamos para seguir esperando. De pronto, en el lugar más prosaico "plín" sonó el celular del F. con un e-mail nuevo. Y allí, en medio de los materos, las mangueras y los quitanieve de Walmart, recibimos la respuesta del Gobierno de Canadá: "su solicitud para la Residencia Permanente ha sido aprobada". Qué felicidad tan grande, qué alivio...
Ayer manejamos hasta la frontera, salimos del territorio canadiense y regresamos con status nuevo: residentes. No sé cómo explicar lo que se siente no tener escrito en el pasaporte que el día XX uno debe abandonar el país. No tener fecha de salida obligatoria es simplemente maravilloso. Nosotros estamos muy felices y nos sentimos bendecidísimos. Celebramos adelantando más papeleo y sintiéndonos parte real de Canadá.
El año ha comenzado con muchas cosas buenas para nosotros, espero que también para todos ustedes.