martes, diciembre 28

y en tres días...

...se acabará el 2010!
.
Parece mentira, este año pasó volando y ahí viene el 2011. Esta mañana estaba pensando que este año nunca me acostumbré a escribir uno cero en la fecha y en tres días serán dos unos.

Este año pasamos por muchas cosas, muy buenas y otras no tanto, pero a la hora de sacar la cuenta final creo que lo bueno siempre sale ganando. Que el año que viene traiga bendiciones múltiples a todos los que leen esto: Salud, Paz, Amor, Trabajo y Dinero, que nunca están de más.
- - -
Pobrecito mi blog abandonado y mis manos con tantas ganas de tipear en español... últimamente se sienten demasiado cómodas tipeando en inglés, demasiado para mi gusto.
- - -
El 2010 pasó dejándonos muchas enseñanzas, sobre todo la paciencia, que aunque no es una de nuestras debilidades, ciertamente ha sido una prueba a superar. Seguimos esperando, con fe de que pronto acabe la espera y que los resultados sean los que queremos. ¿Un poco críptico, no? Creo que por eso no he escrito de hace tanto tiempo. Para mí es difícil hablar honestamente, ocultando pensamientos, deseos.
- - -
Este año también pasé por un periodo oscuro. Desde diciembre pasado estuve sufriendo de dolores de espalda que fueron empeorando rápidamente. Cuando al fin fui a ver a mi doctor de familia, él rápidamente identificó lo que me pasaba: piedras en la vesícula. Me tenían loca de dolor y cuando digo loca imaginen llorando a las tres de la mañana en el sofá de la sala con los gatos y Thor acompañándome. Por suerte los dolores iban y venían, que si no... Pasé dos meses siguiendo dieta al pie de la letra (con el dolor de castigo, realmente me mantuve enfocada) comiendo pan tostado y algunos vegetales. Cero carnes, brocoli, repollo, chocolate, lácteos, grasa...
El 22 de noviembre me operaron. Episodio que se merece unos cinco post, porque estuve tan drogada con codeína los días antes, que soñé las cosas más locas, dignas de Inception. Además eso de la anestesia general fue una experiencia terrorífica... Gracias a Dios, a los doctores y los cuidados del F. y la manada, la recuperación fue rapidísima. Me encuentro perfectamente y hasta pude comer hallacas y pan de jamón (sin abusar) esta Navidad.