¡¡Llegó la Primavera!!

En una semana todo el paisaje ha cambiado drásticamente de marrón y pajizo a verde y vibrante.
Cada minuto que tenemos libre lo pasamos fuera de la casa, el Sol reina en el cielo azul, los patos, gansos y pajaritos se la pasan en una sola canción de amor o amapuchándose o construyendo sus nidos. Hemos visto un montón de águilas y halcones en plena faena de cacería y oh sí!! Vimos a uno halcón bellísimo cazar un ratoncito en medio de la carretera frente a nuestro carro. Buen día para el halcón, malo para el ratoncito.
Todo el mundo está trabajando en su jardín... ejem, ¡todos menos yo! Pero eso pronto va a cambiar, porque tengo planes de comprarme unas maticas lindas para adornar con materos mis ventanas (mis margaritas siguen chiquiticas).
Por lo pronto, hay un manto amarillo de dientes de león por todos lados y me alegran muchísimo, tanto que hasta Thor posó para la cabecera de este su humilde blog.
No tengo nada más que decir, así que cantemos:

Yo sigo en mi onda natural

La Primavera y el Invierno se confunden. Un día hace calor, sale el Sol, todo el mundo va con ropa ligera y Thor se mete con sus amigos al río... al otro día, nieva, hace un viento helado, las nubes tapan el cielo por completo y Thor debe salir con su chaqueta por aquí mismo, porque el viento nos lleva volando como Mary Poppins.
Uno se adapta a la intermitencia... hay días de largas caminatas, de conversar acostados en el parque y días de siestas arropadas o de meter mi nariz entre las páginas de un libro y perderme en mundos distantes.
Ya muchas personas han sembrado sus jardines, flores, legumbres y más de una parrillera ha dejado escapar sus olores deliciosos. Yo no, me quedé atrás y empecé mis semilleros tarde. Pero ahí van, este año tendré margaritas, ¡sí porque sí!
La otra novedad que tenemos son unos pajaritos muy lindos que vienen a comerse las semillas que les pongo en la ventana. Como en Venezuela, esto ha sido el mejor regalo para mis gatos, el equivalente a un Wii, ahora se pasan el día ocupados viendo a los pajaritos. Eso sí, espero que la gata de mi vecina no se entere, porque ella sí sale para afuera.
De resto, el F. y yo trabajando mucho, contentos de haber recibido el cheque de los impuestos y preparándonos para hacer muchos paseos durante los meses de buen clima... pero ahora, a ponerse las botas y la chaqueta para sacar a Thor: ¡está nevando afuera!

¡Feliz cumpleaños Luke!

Hoy mi negrito cumple 6 años.

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Mi negro que es el más bello de todos.
Mi negro que se ganó el corazón del F., que antes odiaba a los gatos.
Mi negro que ha mordido y arañado a TODA la familia.
Mi negro que también ha mordido y arañado a MUCHAS visitas.
Mi negro loco que siempre inventa travesuras.
Mi negro que se la pasa cargando sus juguetes: lleva su juguete a la caja de arena (para que el juguete haga pis), lleva su juguete al plato de comida (para que el juguete coma), lleva su juguete a la fuente de agua... y después no quiere jugar con un juguete mojado.
Mi negro sentimental que es el mejor paño de lágrimas que hay y el mejor compañero de siesta!
Mi Lucas que siempre quiere ser el Niño cuando estoy haciendo el pesebre.
Mi negris que está determinado a destruir por lo menos un adornito del arbolito cada diciembre (y siempre lo logra).
Mi negrito consentido que siempre viene cuando lo llamo y me pregunta "¿huuuhhh?"
Mi kukilukis que mató un ratón cuando era chiquito.
Mi Luke que es el primero que come y el primero que se levanta (y "cortésmente" nos levanta).
Cómo te adoramos Lukito bonito, sigue así por muchos años más.

La llamada de la naturaleza

En mi post anterior comento que lo que más amo de mi pueblito es la cercanía a la naturaleza, la belleza de los paisajes, la presencia de los animales, el río, las montañas, el viento... todas las cosas que me maravillan desde que era chiquita.
Estos últimos días por una cosa o por otra he estado muy conectada al tema de la naturaleza. Estoy leyendo la serie de libros Earth's Children, que es bellísima y contiene muchas descripciones acerca del comienzo de la relación entre los humanos con la Tierra.
Así que cuando vi la película Into the Wild, fue en el mejor momento. Quiero recomendarla para que la vean, es una película bellísima, con una música, unos paisajes y una historia que me tocaron profundamente. Sin juzgar al personaje principal, su aventura es una que me habría gustado vivir.

The core of mans' spirit comes from new experiences.

Amo mi pueblito...

Este mes la propuesta del grupo de fotografía La vuelta al mundo (antes Yo también) fue de fotografiar nuestra ciudad, destacando lo que nos hace amarla.
El pueblito donde vivimos es chiquitico. Tiene unos 1900 habitantes (y me parece que es decir mucho). Yo lo adoro, pero no por sus estructuras o movimiento. El "downtown" cabe todo en esta foto.
Yo amo a mi pueblito porque está al lado de las Montañas Rocosas, porque aquí he visto "en vivo" animales que sólo conocía por televisión y otros que ya había visto, pero nunca tan cerca y tan seguido. Sin ir más lejos, hoy vimos un alce ¡a treinta pasos de nosotros! (los conté). Tan emocionante como cuando vimos al zorro. Los días transcurren en silencio y paz, la gente es muy alegre y todo el mundo se conoce.
La vida en Venezuela era muy distinta y claro que las nubes de periquitos en las tardes de Caracas no se me olvidan, o las guacamayas en los postes de luz, o el Ávila siempre presente, el Humboldt allá arriba con la banderota, el cerro con nubes, sin nubes, con la cruz prendida, de noche, de día... Las flores de colores por todos lados, todo eso lo empiezo a recordar y me lleno de nostalgia. Pero el día a día de madrugar, meterse en un carro pasar dos mil horas en una cola rodeada de concreto, carros y gente y gente y gente, bajarse del carro y meterse en un edificio, salir a repetir lo anterior y llegar a casa cansado, sudado y preparándose a levantarse al día siguiente a hacer lo mismo en una continuidad de estrés y miedos... eso no lo extraño nada.

Aquí hemos descubierto los espacios abiertos, enormes, gigantes, unos cielos interminables y animales por todos lados. Es el sueño de vivir en el campo, con todos los servicios y comodidades deseados, cerquita de la ciudad sin tener que estar en ella, sólo por si acaso.
Yo amo estas tierras salvajes... aunque ya fue suficiente el invierno para nosotros y para Thor ¡¡Primavera ven por favor!!

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Las fotos del resto del grupo son bellísimas así que pasen a verlas aquí. Creo que mi pueblito es el sitio menos excitante del grupo... ¡pero igualito lo amo!