Sobre gatos II

Pues antes de que pase más tiempo voy a continuar con mi "defensa felina"*.

Las referencias a los gatos se remontan al año 2500 a.C., en África y Asia, donde los seres humanos domesticaron a los gatos salvajes, pelo cortos los primeros y pelo largo los segundos. Existe una leyenda judía sobre el origen de los gatos en los tiempos de Noé y la pueden leer en Leyendas Paganas, si hacen click aquí. Pero, es en Egipto donde están las referencias históricas más consistentes. Los egipcios adoraban a los gatos a través del culto a la diosa Bastet, en la ciudad de Bubastis cerca del Delta del Nilo. Grandes peregrinaciones se hacían hasta el templo de la diosa e incluso se descubrió al oeste de la ciudad un inmenso cementerio de gatos momificados y estatuillas de bronce con forma de... ¿de qué creen?, todo esto como parte de las ceremonias al culto de Bastet. Su veneración a los gatos era tal, que se cuenta que los egipcios se rindieron en la invasión al puerto Pelusio, puesto que los guerreros persas sostuvieron gatos frente a sus escudos y la gente de la ciudad prefirió rendirse antes que los mininos fuesen dañados.
Pero ¿qué tanto interés y preocupación puede inspirar este animal? Los gatos, a mi parecer, despiertan la admiración en sus amos (o esclavos, depende de cómo se mire), ellos son criaturas autosuficientes en sí mismas que "deciden" lo que quieren hacer. Ellos no saludan de buenas a primeras a todo el mundo, no hacen siempre lo que uno quiere que hagan, no tienen interés en "agradar"... su manera de relacionarse nos exige ejercitar la delicadeza, la pausa y la mesura. Los gatos nos hacen pensar en nuestra manera de conducirnos y de ser sociables. ¿El premio? Recibir sus amorosas atenciones. Porque sí, los gatos son amorosos, tiernos y graciosos, pero sólo si sienten confianza como para mostrarse.
Esto último se debe meditar un poco: ¿cómo nos comportamos frente a un extraño? Saltamos hacia él y lo abrazamos tratándole como si lo conociéramos desde siempre o le observamos, nos acercamos un poco, mientras él se acerca otro tanto, estrechamos su mano, siempre atentos a lo sudorosas, frías o calientes que son, o bien si mantuvo su mirada en la nuestra, nos guiñó un ojo, nos apretó fuerte o nos hizo sostener una masa de dedos sin vida, por unos cuantos segundos, como si le repugnase nuestro contacto... Todo gato, espera cauteloso a quien se le acerca y evalúa si es una amenaza o si es amistad lo que se le ofrece.
Si alguien quiere saludar a Luke siempre tendrá que ofrecerle el olor de su mano y esperar a que él se frote con ella "me gustas y eres de los míos" o te quitará la mirada "no me agradas, no te acerques más" y, si eres testarudo y le insistes... pues prepárate, porque vas a ver las fuerzas del Lado Oscuro desatadas. Con su Alteza Imperial la Zarina es distinto, pues ella el 99% de las veces está totalmente embelesada al conocer a un nuevo súbdito, por lo que se va a erizar de emoción con sólo acercar tu mano y va a frotar todo su cuerpo contigo... ronroneando "encantada de conocerlo, yo soy preciosa, usted no está mal, por favor me rasca aquí y ahora por acá, muy bien, de nuevo por favor. Usted sí que me gusta, aunque yo sé que yo a usted más".

Ya seguiré hablando de lo mismo en otra entrega, hay mucho que decir... Saludos!


*Espero que Prot no deje de leer mi blog por esto...