Hace muchos años, cuando yo era chiquita y el mundo era simple...
Un día recibí de regalo un radio reproductor. Mi hermano estuvo encargado de enseñarme a usarlo... todavía recuerdo su advertencia sobre cierto tentador botón rojo que decía "rec" y que no debía tocar bajo ninguna circunstancia... (todavía hoy me perturbaría si fuese a grabar un cassette).
Mi papá se dedicó a grabarme en cassettes cualquier cantidad de cuentos y canciones infantiles. Los ponía de sorpresa sobre mi mesita de noche, justo a la hora en que me iba a dormir. Recuerdo que cerraba los ojos rápido y rezaba apuradísima para encender el reproductor y escuchar cuál era el nuevo cuento.
Así, un día llegó a mis manos Alicia en el País de las Maravillas y, de tanto escuchar el cuento, me lo aprendí de memoria, con canciones y todo. Me enamoré de Alicia, de su gatita Diana, del gato "risón", la oruga, la morsa y el carpintero... y del jardín... por sobre todo, el jardín donde las flores hablaban y cantaban.
Los fines de semana, mi mamá regaba y arreglaba el jardincito de la casa. Mamá tiene lo que llaman "buena mano" para las plantas y siempre me enseñó a quererlas y cuidarlas. Aunque yo no tengo su mismo talento, hacía mis esfuerzos sacando las malas hierbas, quitando las hojas secas o jugando con las tortugas... siempre alerta por si acaso alguna flor se decidía a conversar conmigo. De todas las plantas del jardín, mis favoritas eran las margaritas, pues siempre estaban florecidas, además que mamá me dejaba cortar algunas de ellas, mientras que a las rosas no las podía tocar ;-)
Así, un día llegó a mis manos Alicia en el País de las Maravillas y, de tanto escuchar el cuento, me lo aprendí de memoria, con canciones y todo. Me enamoré de Alicia, de su gatita Diana, del gato "risón", la oruga, la morsa y el carpintero... y del jardín... por sobre todo, el jardín donde las flores hablaban y cantaban.
Los fines de semana, mi mamá regaba y arreglaba el jardincito de la casa. Mamá tiene lo que llaman "buena mano" para las plantas y siempre me enseñó a quererlas y cuidarlas. Aunque yo no tengo su mismo talento, hacía mis esfuerzos sacando las malas hierbas, quitando las hojas secas o jugando con las tortugas... siempre alerta por si acaso alguna flor se decidía a conversar conmigo. De todas las plantas del jardín, mis favoritas eran las margaritas, pues siempre estaban florecidas, además que mamá me dejaba cortar algunas de ellas, mientras que a las rosas no las podía tocar ;-)
El dulce perfume de las margaritas todavía hoy me encanta y, aunque soy alérgica al polen, igual no puedo evitar olerlas hasta estornudar. Es por ellas, por mi mamá y por la infancia maravillosa que tuve, que este es Mi jardín de margaritas...
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...¿un poco cursi? Bueno, entonces así soy.
11 comentarios:
Humano muldimensional.
"El hombre tiene muchas dimensiones (biológica, cósmica, social, espiritual, física…), nuestro concepto de sí mismos esta y estará inacabado, es una utopía limitada por la restricción que ofrece el lenguaje."
Cuando nos leemos, queremos alimentar nuestros imaginarios e identificarnos en otros.
Cordial saludo.
Mira por dónde.
Venía a saludarte, pues por aquí está comenzando la primavera y dentro de poco veré margaritas por todos lados y me acordé de ti. Y vienes tú a escribir de margaritas.
Nada es casual, eso acabo de escribir en el post de Pagana.
Qué cosas no?
PS: Voy a terminar creyéndome, de verdad, que soy un Hechicero
Hello, how are you Celine?, I hope you'll be fine...(jaja)
Primero que todo, algo me llamó la atención, sobretodo que ando en la onda esotérica y mística, ¿sigues rezando???
Segundo, nunca leí cuentos, por lo menos por mi cuenta, los encontraba muy "mamones". Yo leía libros de historia, la de Chile me la sé completita y la universal a grandes rasgos.
Por último, el texto es tan dulce que hasta me alcanzó para endulzar mi café esta mañana.
Namaste.
Rafico: pensar que algo que yo escriba pueda "alimentar de alguna manera el imaginario de otras personas", excede mis expectativas...
Silmariat: tu visita es un honor... Qué belleza pensar en esos campos de margaritas... por favor... si no es mucha molestia, me encantaría ver fotos, más aún si son tomadas por ti. Ojalá Quack te convenza de salir a retozar con tu ave migratoria esta primavera ;-)
Clérigo: debo confesar que siempre he rezado antes de dormir, es una costumbre que mi mamá me inculcó de chiquita y me hace sentir muy bien. No voy casi a misa ni estoy haciéndome cruces por todo... pero soy una persona que cree en Dios... Te has adelantado al post que voy a escribir el 12 de abril. No falta mucho. Espera y leerás.
Saludos y gracias a todos por participar!
No me parece cursi, me parece hermoso. Titular tu blog con recuerdos de la infancia.
Saludos.
Gracias...
Tan sólo gracias.
Ex miss ex, resulta curioso tu blog y el introito previo que te hizo recorrer "el largo trayecto" del anonimato cuasi absoluto, hasta tu lindo blog de margarita. Puedes ser ácida, tierna, dulce e intuitiva; dependiendo de las circunstancias. Bravo por tí y a estornudar se ha dicho.
Yo también soy una flor...a veces, mis amigos me llaman niña pétalo de rosa.
es una gran historia de verdad me encanta...tenemos algo en comun mi abuela tiene buena mano para las plantas pero sus favoritas son las rosas y las orquideas al igual que a mì me enamoran...yo tambien la ayudaba en sus cosas... bueno un placer haberte conocido. y seguire pasando por acá....nada de lo que escribiste es cursi simplemente fantastico. besos
Que lindo tu papá, Câline :)
Mi madre era un poco así cuando yo era chica, me contaba cuentos me hacia dibujos, me hacia vivir una infancia feliz, también mi papá, con otro estilo...
Este es un lindo homenaje a la niñez :)
Un abrazote querida amiga
Nenya: gracias por venir, lindas palabras. Estoy deseando que actualices tu blog para conocerte más.
Dulzor: Bienvenido y gracias a ti...
Cabina: Bienvenida... ya veremos qué facetas se van manifestando.
Penélope: Bienvenida tú también! Ya tendremos mucho que coser y descoser...
Pagana: Milín, la infancia es un tesoro para todos nosotros, con sus buenos y malos recuerdos... es importante recordar las cosas buenas y, de poder hacerlo, enriquecer la infancia de otros niños.
Saludos a todos...
La vida puede sentirse cursi. Pero solo lo es si tú permites que otros te hagan sentirla así.
En una sala de hospitalización del hospital donde me formé, había una paciente anciana que esperaba turno ara operarse de la cadera. Poco a poco, sus salud se fue deteriorando. Un día, estando un compañero y yo examinando a la viejecita, nos preguntó si se estaba muriendo. Nuestro silencio duró unos segundos, y ella misma lo interrumpió: "Es que me gustaría ver una vez más mi jardín. Yo vivo en un rancho miserable; pero cuando mi esposo murió, quedé sola, y empecé a cultivar un jardincito. Me pregunto si alguien lo cuida, o si estará mustio y abandonado."
Ese mismo día le firmamos un permiso para abandonar el hospital durante el fin de semana, y una señora, familiar de otra paciente, se ofreció a llevarla hasta su casa y traerla de vuelta. Pero ekl Viernes de esa semana, falleció.
A mí, de una manera cursi, me gusta verla cuidando un Jardín hermoso, en un sitio digno de ella. Y, a veces, a escondidas, lloro por no saber de ella.
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