Cuando ves que todas las casas de los vecinos tienen sus chimeneas humeando y que las poquísimas personas que ves en la calle parecen un saco de dormir con patas: hace frío. Hace frío hasta para los canadienses.
Este fin de semana fue así. Recuerdo que cuando empezamos a comentar a nuestra familia y amigos que queríamos mudarnos y venir a vivir a Canadá, muchos nos dijeron: "¡Pero se van a morir congelados!" Hoy puedo decir que ayer salimos a caminar a menos treinta y tres grados centígrados y no morimos congelados. Thor, el F. y yo fuimos al parque de los perros bien embutidos en nuestros abrigos y hasta disfrutamos de la vista.
El fin de semana estuvo bien movido. Tuvimos la fiesta del trabajo del F. y la tubería del desagüe de la lavadora se congeló... La fiesta estuvo bien divertida, con música country (ja!) y todo el mundo contento. En el fondo, todo el mundo se divierte de la misma manera, seas de donde seas y estés donde estés. No se imaginan lo que fue hacer 17 viajes con un balde lleno de agua para afuera, a echar el agua en la nieve. Por suerte, nuestros caseros son súper atentos y al día siguiente el problema fue solventado, hoy el señor vino de nuevo a poner un parapeto de aislante afuera de esa parte de la casa, para evitar que se vuelva a congelar la tubería al menos hasta la primavera, cuando piensan tumbar la pared y aislarla "como debe ser". Estamos muy aliviados, porque no me hacía gracia tener que ir con la ropa sucia por el pueblo para lavarla en el servicio de lavandería con moneditas.
Una nota graciosa: En mi desespero de secar el cuarto de la lavandería, puse una de las toallas de Thor en el piso para tratar de recoger agua, pero estaba tan helada, que no podía exprimirla, así que la puse afuera a escurrir... dos horas después, ups... la encontré tiesa con estalactitas en el borde y, de hecho, sigue afuera congelada!!!! Aunque ya la temperatura se normalizó a los, ahora divinos -12ºC. - - -
Otra cosita, que tiene al F. feliz, feliz, feliz: El viernes presenté el examen práctico para la licencia de conducir, que aprobé, así que ya somos libres de ir y venir por las carreteras (ya no congeladas) de los alrededores. Por cierto, que el primer viaje fue a comprar el arbolito de Navidad, que será el tema del siguiente post. Ya tengo la casa arreglada como se debe, con minipesebre, arbolito y demás.
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Finalmente, Thor, la nieve y el cielo.