Mi Luke

Hoy en la tarde un amigo me inspiró a escribir sobre mi perro, Thor... pero antes de él, debo hablar de mis gatos y, por encima, de Luke.
Su nombre fue inspirado en Luke Skywalker, ni qué decir que F. y yo somos aficionados a las películas de Star Wars.
Todo comenzó un viernes 9 de mayo en la noche. Llegábamos de Caracas, cansados después de una larga semana de trabajo... y qué sorpresa escuchar en cuanto me bajé del carro unos maullidos exigiendo atención. F. se hizo el desentendido y enfiló hacia la casa, pero yo no pude resistirme y me asomé a ver dos bultitos negros no más grandes que la palma de mi mano. Con uno bajo cada brazo, entré a la casa. F. pegó el grito en el cielo e hizo un drama del que hasta hoy se arrepiente.
Dentro de mí, puedo decir que sólo me sentía feliz de darle abrigo a dos gatitos perdidos en una noche de frío, ese fin de semana los alimenté y cuidé y el lunes ya le había conseguido casa a uno. Mi intención no fue nunca quedármelos, peeeero... ni F. “el odiagatos” ni yo contábamos con el encanto de esos ojos verdes. En fin... el 19 ya habíamos adoptado a “Lola”, quien estrenaba su caja de arena, plato y camita. Un par de meses después “Lola” resultó ser "Lolo", que se transformó en “Luke” y, aunque siempre estaremos apenados por la confusión, él se convirtió en nuestro primer heredero y abrió el paso a sus dos “hermanitos” Zarina y Thor.
De él puedo decir que es un gatazo precioso, temperamental como muchos gatos: no tiene problemas en molestarse y morder a quien le provoque. Es un poco nervioso y miedoso... pero está seguro de que podrá controlar el mundo tan sólo con la fuerza y el odio de su mirada, más potente que un sable láser... cuídate Darth Sidious!!
Yo lo adoro y me parece que es el gato perfecto: negro para matar cualquier indicio de superstición!

Mi cita favorita: “La superstición trae mala suerte”.