Mi héroe

¿Quién dijo Aragorn o Frodo? ¿Quién dijo Don Quijote, Amadís, Roland y su chanson? ¿Quién dijo Batman o Superman? Mi héroe, mi héroe mío, mío y mío y sólo mío (y del F.)...

... es mi Thor!!!!

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Hoy fue un día de esos que no se olvidan.
El F. y yo fuimos caminando al pueblo de al lado. Una buena caminata de 3 kilómetros para tramitar la identificación del estado de Alberta y buscar el libro para presentar la prueba y obtener la licencia para conducir. El caminito, que se llama The Friendship Trail, es una belleza y esperamos recorrerlo de nuevo con Thor. Todo salió bien y de regreso tuve la sorpresa de ver dos venados, pero dos venados de la talla del papá de Bambi: El papá de todos los venados!
Para mí, que sólo he visto dos o tres venaditos pequeños y asustadizos, de verdad que estos me dejaron loca. El F. incluso hizo algún comentario acerca de la serie de gritos, suspiros y risitas que se me salieron de la emoción. El primer venado estaba muy lejos, pero el segundo pude verlo en todo su esplendor y aunque se alejó un poco, sí le dio chance al F. de fotografiarlo, mientras yo le decía cualquier cantidad de piropos y le lanzaba besos.
Bueno, quizás no es el venado más grande del mundo, pero igual me dejó muy emocionada!

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Llegados a la casa y con 6 km en la espalda, preparamos a Thor para su primera ida al veterinario. La doctora nos atendió muy bien, respondiendo todas las preguntas que teníamos. Thor estuvo muy contento y sociable, aunque bastante intrigado por una cesta llena de cachorros de cerámica que lo miraban impávidos en un rincón.
Saliendo del consultorio, con el alivio de saber que aquí no hay ni pulgas ni garrapatas y la sorpresa de saber que Thor está pesando 52 kg. Nos fuimos a comprar el almuerzo y de allí a la casa. En eso... me doy cuenta que el perro del negocio de motocicletas de la esquina está suelto ¡y la reja está abierta! Ese perro (Bullmastiff) es bastante grande, con collar de cuero y púas, todo mal encarado y bravucón. Detrás de la reja no me importa. Pero ¡cruzando la calle, ladrando a toda voz hacia mi perro y el F.! ¡¡Ay Dios mío!!
Todo pasó en cuestión de segundos: El dueño del perro estaba probando un ATV, el perro a los 3/4 de la calle empezó a frenar al ver que Thor es mucho más grande que él, el F. se cuadró para sostener a Thor y Thor, en el momento en que el otro frenó en su cara, arrepentido y sin ladrar ya nada, ha soltado un gruñido-ladrido-rugido, que le puso blanca la cara al perro (que la tiene negra). El dueño del perro gritó llamándolo, su voz era una mezcla de miedo y rabia.
Sin morder, sin atacar, sosteniendo una postura de campeón, Thor vio cómo el otro perro regresaba a todo tren a su lugar y se volteó a vernos con una cara que preguntaba "¿Están bien? Tranquilos, no pasó nada" y volvió a ser el mismo de siempre.
Yo sé que di tres pasos y dije algo respecto a la madre del perro! El F. me sonrió un poco pálido. El dueño del perro nos pidió disculpas y nosotros felicitamos al gordo, que ya estaba pendiente de otras cosas.
Hoy entendimos por qué el entrenador de Thor nos dijo que no hacía falta que hiciera el curso de guardia y custodia, que Thor sabría responder naturalmente ante una situación de amenaza o peligro. También, hoy tiene más sentido que nunca para mí, la descripción que da el AKC sobre el temperamento del Mastín Napolitano:
The Neapolitan Mastiff is steady and loyal to his owner, not aggressive or apt to bite without reason. As a protector of his property and owners, he is always watchful and does not relish intrusion by strangers into his personal space. His attitude is calm yet wary. In the show ring he is majestic and powerful, but not showy.