Ayer falleció la mamá de mi amiga D., que Dios la tenga en su gloria. Lo último que le escuché decir antes de que decayera fue su respuesta a la despedida del F.: "in a while crocodile"...
Empecé a escribir varias cosas, sobre la eutanasia y lo horrible que es ver a una persona que agoniza por horas y que es "atendida" haciendo sus últimos momentos una agonía más lenta y larga, un sufrimiento impensable en un cuerpito agotado y conciente, tan conciente que decía "no! no!" a las enfermeras y médicos, pidiendo morir en paz. Sobre lo duro que debe ser para ese personal médico saber que ese ser humano va a morir, pero que deben seguir dándole ese tratamiento que alarga la agonía y que no le quitaba el dolor. Sobre la burocracia estúpida que debe seguir alguien que acaba de perder a un ser querido. Sobre el absurdo de que nadie nos permitió ponerle un pijama al cuerpo, arreglarle el cabello y lavarle la cara, implicando que eso era "deber de" alguien más (funeraria, traslado, personal...), para que al fin mi amiga tuviera que pagar una cuota extra de dinero y se notara que habían arreglado a su mamá sin la menor dedicación, UUFFF...
Estoy agotada y triste... pero quiero aferrarme al recuerdo de la dulzura de M.A. y de lo graciosa que fue: una venezolana que nació en Inglaterra y que nos leyó el horóscopo con sus propias interpretaciones y guiños de ojo por estas dos semanas, que es la madre de una de mis mejores amigas y que gracias a Dios, ya descansa.
2 comentarios:
Sobre las despedidas, no?
Todo lo mejor para ti.
Es horrible y cierto todo lo que cuentas. Aquí en españa la mayoría de los hospitales no tienen unidades especiales para tratar a los enfermos terminales. Solo queda decir: "descanse en paz"
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