Cuando yo era chiquita y el mundo era más simple, mi hermano, que se vestía como El Zorro para darme buenos consejos, un día creció y tuvo novia...
Yo soy nueve años menor que él y la diferencia realmente estaba bien marcada. Recuerdo que mi hermano me mandaba a contar cuántos carros había en el estacionamiento (JA!) para quedarse a solas con su novia!! Y yo, claro, la hermanita queriendo complacer al hermano que generalmente la ignora, iba de tonta a contar.
Ese primer amor fogoso y torpe se acabó, pero ella no dejó de pasar por la casa, la mitad por nostalgia, la otra por cariño al resto de la familia. Sus padres se habían divorciado y ella tenía una madre muy difícil. Con el tiempo, ella se fue a vivir a Italia y la amistad se mantuvo a punta de cartas, tarjetas de Navidad, fotos, noticias. Ella se casó, tuvo una niña... el tiempo continuó.
Después de todos estos años (veinte quizá?), nosotras nos hemos seguido escribiendo sin falta. Gracias a internet, la comunicación hasta se ha vuelto más constante.
Desafortunadamente, anteayer ella me ha llamado para decirme que su mamá está hospitalizada, ella se fue para no volver por muchos problemas en casa y su madre quedó sola y feliz. Su madre se parece mucho en su caracter al de mi padre. Claro, el hecho de que uno no se lleve con los padres, no significa que no los quieras... Qué duro ha sido para mí ir a la clínica y saber que la señora está enferma de cáncer y su estado ya es terminal, todavía más duro ha sido encontrar las palabras para decirle a mi amiga.
Llega el lunes... El F. y yo hemos estado haciendo listas de cosas necesarias para que D. se establezca aquí y se enfrente a esta situación tan terrible, como pensar en hacer un poder para los asuntos legales, contratar una enfermera, decidir... decidir tantas cosas.
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Ufff... de verdad que cuando menos te lo esperas, las cosas suceden y la enfermedad siempre es lo más duro. Siempre hay que desear salud, salud para todos.