miércoles, abril 7

¿Tiene usted una cita?

Uno de los "choques culturales" que el F., Luke, Zarina y Thor hemos vivido aquí en Canadá está relacionado con los benditos appoinments... Hay que pedir cita para todo, para ir al banco a hablar de lo que sea, para la peluquería (de eso ya comenté), para ir al médico, para ir a un centro de información u oficina de equis cosa, para comprar ciertas cosas, para el veterinario, para n cantidad de diligencias. Claro, veníamos acostumbrados a hacer una cola de trescientas cincuenta mil personas para todo y nos fue difícil acostumbrarnos que aquí con una cita todo lo resuelves, te atienden rapidito y hasta te ofrecen un cafecito que yo no tomo, pero el detalle es lindo.
Debo decir que esto de las citas en nada me molesta, es más lo aplaudo, porque es una de esas minicositas que hacen de este país un sitio ordenado, organizado, donde el tiempo de uno y de los demás es valioso y valorado por uno mismo y por los demás. Una vez que uno se acostumbra, todo fluye como el Nilo. Pero no puedo resistirme a contar algunas cositas que nos han pasado.

Emergencia de salud: la vez de mi diente.
Emergencia veterinaria: Thor ha tenido dos, en la primera, literalmente se le hinchó una pata y andaba "con la pata hinchada". Pobrecito, una llamada telefónica me enteró que si quería que alguien lo viera teníamos que llevarlo hasta Calgary a una clínica de emergencia, que nos iba a costar las seis patas de la manada, más las cuatro piernas de nosotros. MMM... esperemos a mañana... ufff... cómo extrañé ese día al vet de San Antonio que casi siempre estaba vacío y lo atendía a uno con los brazos abiertos. Pero bueno, hemos aprendido a no salir desaforados ante cualquier cosita como antes y a investigar por internet, donde de hecho aprendí que remojándole la pata a Thor en agua tibia con sales de Epson se le podía bajar la inflamación, cosa que, de hecho, funcionó. Eso sí, cuando viene siendo la fecha en que a la manada le toca "renovar" las vacunas, te llega una postal ultracuchi del vet, invitándonos a hacer una cita para el examen anual de salud.
Otra cosa que hemos aprendido es a siempre llamar antes y a atesorar los pocos sitios que uno puede llegar cuando quiere. Otra de las maravillas es la cantidad de cosas que puedes resolver por internet y por teléfono. En un momentito resuelves cositas que serían tremendos dramas de resolver allá en la vereda tropical, como cambiar tus datos en una cuenta, declarar los impuestos, mudar los pagos de servicios de un sitio a otro o solamente pedir información.
Otra gran ventaja que tenemos es la de vivir en un pueblito donde la población es pequeña y el ambiente es más relajado que en la ciudad. Además... la mayoría de la gente siempre tiene buena actitud y trata de ayudarlo a uno.

6 comentarios:

Unknown dijo...

umm!!! no me hago a la idea de pedir cita para todo... con lo difícil q es aquí, cuando pides para el médico... q tienes q estar llamando toda la mañana hasta q te cogen y luego te dan para dentro de 3 ó 4 días, cuando ya seguro se te pasó lo q tuvieras... así q aquí también a lo burro, se va y ya nos atenderán...

Rossy dijo...

Me encantan tus posts donde nos cuentas de las cosas buenas de allá! Porque siempre le ves el lado positivo, y esa es la mejor actitud.

Besos a todos :)

Vane G. dijo...

Lo fastidioso de las citas es cuando te la dan para dentro de semanas -si no, meses-... Aquí es así con los médicos especialistas.
Fíjate q con el vet no es así, si tenemos emergencias, llegamos ahí y nos atienden (eso sí, despuès de sacarnos un ojo de la cara).
Me encantan los cuentos de tu pueblito, me dan ganas de visitarlos (no en invierno). Y qué era la inflamación en la patica de Thor por fin?
Te mando un super beso!

Kuanyin dijo...

Eso me gusta tambien, y vas a las citas y te atienden a tiempo con un margen de error de 5 min, espectacular!
Como terminó tu odisea de la peluquería? Para mi ha sido una bendición las peluquerías aqui, desde que vine he tenidos más citas a la peluquería y más cortes de cabellos que en todo el resto de los años jeje

Câline dijo...

Anuska: aquí uno va derecho al hospital. Generalmente en las ciudades grandes se tiene que esperar un montón, a no ser que sea una emergencia grave. Por suerte en el pueblito es bastante rápido.

Rossy: ver el lado negativo siempre es más fácil... a mí me gustan los retos ;)

Vane: La inflamación fue un misterio... pudo haber sido una picada/alergia o un golpe. Tenía el dedo gigantesco, pobrecito.

Kuanyin: Sigo sin ir... soy una cobarde... el F. me corta (trasquila) el pelo, jejeje.

Nana dijo...

Que sabroso debe ser estar enamorado del lugar donde uno vive.
Un abrazo.