2008

Ya estamos a mitad de enero y, parece mentira, el arbolito sigue puesto en mi casa...
Este principio de año ha sido poco excitante. Creo que tengo algunos síntomas de depresión: me quedo dormida muy fácilmente y por largo tiempo, me siento muy cansada todo el tiempo y cuando lloro... no paro...
El F. no ha llegado, para variar, el viaje se alargó y con suerte estará aquí en una semana. Ni qué decir de la ansiedad que tengo de verlo. Han sido seis largos meses separados. Tengo la esperanza de celebrar la Navidad, el Año Nuevo, nuestros cumpleaños, los de la manada y nuestro aniversario de bodas y de novios cuando llegue. Por eso el arbolito sigue allí, con los regalos del F. al pie.
Lo único interesante que ha sucedido fue el entrenamiento de Thor para entrar en su kennel, que me tomó unos días hasta que él se sintió cómodo con la idea. Pero ya está adentro y duerme casi toda la noche allí: es más oscurito y el calor se concentra ;)

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Mi blog, creo, se ha vuelto aburrido como yo misma. Pero trataré de reanimarme y reanimarlo en el tiempo que viene. A veces la vida no es todo lo que esperábamos, ¿no? Tengo que reencontrarme de nuevo. Debo detenerme un poco a oler las margaritas.