Tanto come-come ha puesto macizo al negro y la Zarina de pronto tenía un salvavidas en su otrora esbelta figura. Horror de los horrores, aunque Luke sigue siendo tan ágil como siempre, la Za después de su mes de comelona tenía problemas al calcular el impulso para saltar sobre la mesa, la cama, la ventana, el lavamanos y demás sitios de solaz para Su Majestad; porrazos iban y venían.
De un día para otro la Zarina dejó de aparecer remolona a ver su plato lleno y empezó a quedar comida de sobra hasta la noche. Su Majestad se puso a dieta ella solita y ya el salvavidas está menos visible.
No puedo negarlo, la admiro muchísimo!!! Qué fuerza de voluntad, qué manera de cambiar de un día para otro con decisión y sin dejarse seducir por sus pepitas de todos los días. La Zarina es un ejemplo a seguir. Siempre que pienso que no podría ser más perfecta, viene y me sorprende...
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... y en estos momentos de preocupación, incertidumbre y miedo, me planta una sonrisa en la cara, ojalá que a mis visitantes de Venezuela también.
4 comentarios:
Tan divina Su majestad... yo debería aprender de ella también, éste invierno hice estragos...
En fin,por suerte es época de ensaladitas otra vez.
Querida, ánimo!
Un abrazo enorme desde el sur.
pues si querida amiga los animales asi... no es fuerza de voluntad es inteligencia... si algo no les sienta bien saben que deben dejar de hacerlo...
besotes,
Eso es amor, corazón! Un abrazo
Cómo te va?
Todo lo mejor para ti.
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